CASARABONELA - “SU PATRIMONIO Y SUS TRADICIONES” | MUSEO DEL CACTUS - ”UNA INICIATIVA PRIVADA” | LOS RONDELES - ”TRADICIÓN Y ENIGMA CON IMÁGENES PRECIOSOS” |
Casarabonela es uno de los pueblos de Málaga que mejor ha conjugado su pasado musulmán y cristiano, lo que le ha permitido conservar buena parte del trazado propio de la antigua Casr-Bonaira. Su recurso más preciado es el agua, que mana en innumerables manantiales y crea más abajo del pueblo un bello manto verde de fértiles huertas, salpicado del blanco de las casas de labranza. Casarabonela, de casas blancas en calles que serpentean en cuesta, conserva el color y el sabor de los pueblos blancos andaluces, con recoletas plazas, como la del Ayuntamiento, con su pequeño edificio de balcones volados con dinteles, sus farolillos y reloj sobre un frontón, y casas en las que son frecuentes las hornacinas donde se rinde culto a determinadas imágenes de devoción popular. Los primeros reminiscencias de ocupación se remontan a la época prehistórica y se ha constatado la presencia humana en varios yacimientos de carácter industrial (talleres líticos donde se obtenían herramientas utilizando el sílex como materia prima), residencial (niveles de ocupación en grutas y cuevas donde aparecen útiles pulimentados, cerámica decorada a base de incisiones sin utilizar el torno y pinturas rupestres esquemáticas) y funerario (enterramientos con lajas de piedra). El poblamiento continúa en época ibérica y se han detectado restos en el casco urbano (cerámica) y en los alrededores. En época romana se detecta un nivel de ocupación importante. El castillo fue castrum romano e identificado con la CASTRA VINARIA que menciona Plinio (Naturalis Historia, III, 10) en la provincia romana de la Bética. Todavía hoy en día existe una Vía Romana en las afueras del pueblo, que fue ocupado desde la época altoimperial hasta el bajo imperio prolongándose hasta el período visigodo. QASR BUNAYRA será su nombre durante la época árabe, período en el que adquiere su máximo esplendor y su verdadera importancia estratégica debido a su situación y al peculiar emplazamiento de su castillo que participó activamente en la revuelta de Omar Ben Hafsun contra el Estado Omeya de Córdoba en el siglo X, formando parte del cinturón defensivo de Bobastro (centro de operaciones de los rebeldes en los primeros momentos de la rebelión y de lo que quedan aún ruinas en el municipio de Ardales). En el año 922 se convierte en base de operaciones del califato contra los rebeldes y es reforzado por el califa una vez acabada la revuelta. En la época nazarí (a partir de mediados del siglo XIII) es una pieza fundamental dentro del sistema defensivo de la guerra de frontera frente al avance cristiano. Muhammad V la recupera de manos de los castellanos en la campaña de 1366 junto con las poblaciones de El Burgo y Tolox. A finales del siglo XV, cae definitivamente en poder de los Reyes Católicos el jueves 2 de junio de 1485. Una vez establecidas las condiciones de la capitulación, permanece una importante población musulmana que fue completada con un grupo de repobladores cristianos. Al no cumplirse las condiciones pactadas en lo referente a usos y costumbres de los residentes moriscos, sometidos a una fuerte presión fiscal, ya a principios del siglo XVI se producen los primeros intentos de rebelión en la Serranía de Ronda que culminaron tras la Rebelión de las Alpujarras en 1568 con la expulsión y el traslado forzoso a otras zonas de la Península de toda la población morisca, siendo el pueblo repoblado con nuevos vecinos cristianos procedentes de Sevilla y de otras provincias. En 1574 Felipe II le concede el título de Villa. Finalmente el 19 de diciembre de 1832, por una Real Orden, queda configurada Casarabonela tal y como la conocemos hoy. |
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15:00 horas |
Salida desde Benalmádena en un autocar de 54 plazas. Nos dirigimos por la autovía hasta la salida Churriana con dirección a Cártama. Aquí entramos en la autovía A357 en la que seguimos hasta llegar al cruce con la carretera de Zalea/Casarabonela/Alozaina. A una distancia de 11 km del cruce llegamos a Casarabonela. |
16:00 horas | Ya estamos en nuestro primer destino, que se encuentra a dos kilómetros del centro del pueblo – el “Museo de Cactus y otras Suculentas Mora i Bravard”. En los siguientes 90 minutos descubrimos a la mano de un botánico de la Universidad de Málaga el mundo sorprendente y fascinante de los cactus, que nos fascinará con unos datos y detalles sobre esta categoría botánico que nos dejarán con la boca abierta. |
17:30 horas | Salida del “Museo de Cactus y otras Suculentas Mora i Bravard” en dirección a Casarabonela. Descubrimos este pueblo morisco con toda su historia, sus leyendas y sus monumentos, visitando la iglesia, el Museo del Arte Sacro, sus callejones con sus típicas hornecinas y fuentes, terminando con la visita de la antigua almazara “Molino de los Mizos”. |
19:30 horas | Cena en un restaurante del pueblo, disfrutando de la cocina típica de Casarabonela. |
21:00 horas | Salida del restaurante. Las actividades de los Rondeles empiezan sobre las 21:30 horas con la bendición del fuego delante de la “Ermita de la Veracruz”. A continuación comienza la procesión de la “Divina Pastora” por las calles del pueblo, acompañados por los Rondeles. Debido a la falta de sitio para mantener el grupo de 50 personas junto, se acuerda un punto de encuentro, donde nos reuniremos todos después del final de la procesión. Una vez reunidos de nuevo en el punto de encuentro se puede decidir, si volvemos directamente a la Costa o si disfrutamos del final de la tradición, que se puede degustar a partir de la medianoche en la plaza central. |
24:00 horas | A partir de esta hora se reparte en la plaza central del pueblo chocolate caliente, rebanadas de pan con aceite y ajo (los “tostones”) y sobre todo los buñuelos de viento. Salida del pueblo, una vez que todo el mundo está servido. |
02:00 horas | Aproximadamente llegada a Benalmádena. |
El jardín alberga la importante colección de plantas suculentas que el matrimonio Mora i Bravard reunió y cuidó a lo largo de sus vidas, y que trasladó desde la isla de Mallorca hasta su actual ubicación en Casarabonela en el año 1995, para después cederla al municipio junto con los 8.000 metros cuadrados en los que se ubica. Tras una inversión de 2,4 millones de euros por parte de la Junta de Andalucía, la Diputación de Málaga y el Ayuntamiento, el centro alberga la colección más importante de Europa, con unas 10.000 plantas de 2.500 especies diferentes, adaptadas a vivir en lugares áridos de zonas tropicales y subtropicales de todo el mundo y pertenecientes a un total de 42 distintas familias botánicas entre las que más abundan son las castáceas. Las áreas geográficas mejor representadas son el sur de África y Madagascar y los desiertos del sur de Estados Unidos y México. No obstante, también encontramos numerosos ejemplares de Sudamérica (Perú, Ecuador, Brasil, Chile y Argentina fundamentalmente), África tropical, Península Arábiga, India, Australia y, por supuesto, Europa y la Región Mediterránea. También hay un espacio especialmente dedicado a las Islas Canarias. Se trata de la colección de cactus y plantas suculentas más importante y más amplia de todo Europa, que no tiene nada que envidiar a la famosa colección de Mónaco, que no es accesible para el público. Debido a su gran importancia y valor botánico, la colección se investiga y cataloga por un equipo de la Universidad de Málaga, que tiene un centro de investigación constante en las instalaciones del Jardín. El museo se está actualmente convirtiendo en un lugar de referencia para expertos en estas plantas, realizando conferencias y ciclos de gran nivel científico contando a tal efecto el museo con una sala de conferencias. Además hay que indicar que en el complejo también hay un laboratorio para mantener la investigación y la vida de las propias plantas ya que algunas de ellas hay que polinizarlas de forma artificial. Por lo tanto nos podemos sentir aún muy afortunado, poder visitar esta joya en un ambiente tranquilo y acompañado por un biólogo de la Universidad Malagueña. Este Jardín-Botánico se compone de dos espacios bien definidos: El jardín exterior en el que, de una forma ante todo ornamental y paisajística, se pretende hacer descubrir al visitante las grandes posibilidades y ventajas del uso en jardinería de las plantas xerófitas en general, y de las plantas suculentas en particular. En está parte del jardín, que responde a criterios paisajísticos, se encuentran las llamadas plantas suculentas, que tienen la principal característica de acumular agua y tener un gasto muy reducido de la misma, entre otras. La climatología que se presenta en esta zona del litoral malagueño hace que todos los cactus ubicados en el exterior del Museo-Jardín estén adaptados sin ningún problema al lugar. En los invernaderos acristalados de última generación, se reparten los diversos géneros y especies según sus zonas geográficas de origen. En estas instalaciones conviven tanto plantas procedentes de climas tropicales áridos, con requerimientos más estrictos, como otras para las cuales los invernaderos hacen la función de estación de aclimatación. Esta parte también alberga especies en peligro de extinción de tres continentes y algunas de las plantas sólo se pueden visitar en su lugar de origen, en el cual están amenazadas – y en este Museo-Jardín. En la cristalera se encuentra una sección especialmente dedicado a los cactus en miniatura, que a pesar de su reducido tamaño pueden tener ya décadas y hasta siglos de vida. Durante la visita se descubre un mundo desconocido y sorprendente, que fascina cada vez más con cada detalle que se escucha sobre las propiedades, posibilidades y facilidades de adaptación de estas plantas tan subestimadas y minusvaloradas. |
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